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Hola:


Mi nombre es Rodrigo Muñoz Vega,  y soy profesor de física en un pequeña y joven universidad pública, la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (la UACM), aquí, en México Distrito Federal. A pesar de todas las dificultades, trato de dar lo mejor de mí a mis estudiantes, y puedo decir con orgullo que mi último artículo, publicado en el American Journal of Physics se ha mantenido como uno de los diez más bajados de la red durante dos meses consecutivos (spetiembre y octubre del 2012), de acuerdo con la propia revista:

http://ajp.aapt.org/most_downloaded

Aquí se puede consultar algo de mi trabajo previo:

 http://iopscience.iop.org/0143-0807/32/3/016

http://www.scielo.org.mx/pdf/rmfe/v56n2/v56n2a10.pdf
y también está lo más reciente, que considero una bonita introducción a la coherencia cuántica macroscópica, y que junto con mis colaboradores he sometido a la consideración del European Journal of Physics:
http://arxiv.org/abs/1210.7564

Pero ahora mi empleo, junto con el de otros mil ochocientos trabajdores de la universidad, se encuentra en peligro inminente debido a las actividades de un grupo mafioso. En efecto, algunos así llamados "profesores," con influencia en el medio político local, buscan sacar de la universidad a la actual Rectora, la Dra. María Esther Orozco Orozco. Se trata de una mujer admirable y de una reconocida genetista, ganadora del premio L'Oreal-UNESCO para mujeres científicas.  El motivo de los ataques en contra de la Dra. Orozco es que ella ha tratado de poner un poco de orden en la institución, moderando en algo el lujoso estilo de vida al que están acostumbrados algunos de estos gangsters. Algunos vienen a trabajar tan sólo una vez a la semana, otros no pueden siquiera presentar un título de licenciatura. Muchos de ellos tienen dobles tiempos completos, y prácticamente todos no enseñan más que majaderias: un "discurso" posmoderno que ya era viejo hace treinta años, mezclado con delirios de su propia invención. He aquí algunos datos sobre las prebendas y canonjías de este grupo de supuestos académicos.
Y ahora estos personajes le pagan a delicuentes de baja estofa para sembrar el caos y la destrucción en el
campus universitario, tal como puede apreciarse en este video, en este otro y en uno más. En ellos se aprecian escenas de una incursión violenta al edificio de oficinas administrativas de la UACM, la última instalción que permanecía sin ser tomada. Sujetos encapuchados y armados con tubos de plomería asaltaron el edificio ydestrozaron la puerta de una sala de juntas en la que se encontraba la Rectora (cuya imagen se aprecia en el primero de los videos, saliendo del edificio escoltada por policías y funcionarios universitarios). En esa ocasión los vándalos golpearon y amenzaron tanto a estudiantes como trabajadores administrativos de la UACM.
En el mometo en el que escribo esto, el alcalde de la ciudad (oficialmente: Jefe de gobierno de Distrito Federal) el Licenciado Marcelo Ebrard Casaubon, se niega aún a ordenar el uso de la fuerza pública para restaurar el orden.
La incursión de la policía en un campus universitario siempre traerá consigo reminiscencias de terribles episodios del pasado: las masacres de México 68, de Kent State (EEUU) y de la plaza de Tiananmen, por dar unos ejemplos. Pero este no sería el caso aquí, puesto que la policía local cuenta con ujidades especializadas, que actúan regularmente en esta clase de situaciones. Se trata de personal sin armas de fuego. equipados únicamente con escudos, cascos, botas, cachiporras y en casos excepcionales gas pimienta. Y si bien las cachiporras por si mismas pueden ser letales, estas unidades deben por ley ser acompañadas de observadores del Ombudsman local , la Comision de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF). También debe de hacerse notar que la Ciudad de Méxcio nadie puede prohibir la presencia de los medios  de comunicación o de las ONG en una acción como la que se comenta.
De esta manera, la inactividad del Jefe de gobierno, Lic. Ebrard Casaubon, no puede explicarse como la decisión de un hombre de estado preocupado por la seguirdad de jóvenes idealistas, sino como la de un político calculador que se niega a pagar el costo que traería consigo la aplicación de la ley en este caso.
Y sus rivales políticos ciertamente le cobrarían muy caro, ya que cuentan con enorme influencia entre los medios, la legislatura y el Ombudsman locales.
De hecho, desde hace un par de días la legislatura local ( la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, ALDF) obliga a la Rectora Orozco a "negociar" con los delincuentes, en busca, según sus expresiones de "una solución pacífica."
Muy llamativo es el caso de la Señorita legisladora Yuriri Ayala Zuñiga, quien también es estudiante de la UACM...desde hace nueve años, y quien preside la comisión de asuntos educativos de la ALDF. Tal vez venga al caso comentar que la Señorita de marras antes había intentado obtener un título de abogada por parte de otra institución, de más bajo perfil. Y ahora la legisladora Ayala Zuñiga, cuya chabacana campaña polìtica fue fianciada con fondos públicos, demanda ante los medios la renuncia de la Rectora.
Digamos de pasada que el salario de la legisladora, de unos 61,200 USD  anuales libres de impuestos, es muy superior al de un profesor de la UACM. Pero esta comparación es injusta, ya que no toma en cuenta todos los bonos de la Señorita legisladora: automóvil y dinero para gasolina, comidas en los mejores restaurantes con cargo al erario, seguro médico de lujo, y al final de su periodo, un bono multimillonario.
Si Usted está interesado en el progreso de paises tercermundistas como México, lo invito a enviar un correo electrónico al Jefe de gobierno del Distrio Federal, Lic. Marcelo Ebrard Casubon, a la dirección:
mebrard@df.gob.mx
haciéndole saber de su preocupación por el desacato a la ley que se comete en el caso UACM. Un ejemplo de carta, que puede ser copiado, pegado y firmado, es el siguiente:

Lic. Marcelo Ebrard Casaubon
Jefe de Gobierno del Distrito Federal

Enterado de los graves hechos de violencia que se han sucitado en estos últimos meses en las instalaciones de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, escribo a Ud. para expresarle mi malestar por la incuria en la que incurren las autoridades locales, responsables de la aplicación de la ley.
En estos momentos más de catorce mil estudiantes se encuentran sin clases y más de mil ochocientos trabajadores se encuentran sin sustento, debido a la violencia de unos cuantos.
Además, la comunidad de la UACM ha recibido palizas, amenazas telefónicas y difamaciones en medios de circulación nacional a manos del grupúsculo demencial que retiene las instalaciones.
Sólo su inmediata intervención puede detener la continuada agresión que se realiza en contra de esta joven universidad.

Agradeciendo de antemano las atenciones que se sirva brindar a la presente, quedo de Ud.

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